El color de la pintura de los coches

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Los colores, algo tan hermoso e inspirador, es en realidad una percepción del campo visual de los seres humanos y algunos animales, incluso, los nombres que se les da como turquesa o azul, son solo un nombre para definirlos. Si aplicamos las teorías del color a los vehículos, estos no solo se asignan por estética, las empresas escogen ciertos colores según el público objetivo al cual vaya dirigido el modelo, también la personalidad de su dueño puede inferirse por el color del automóvil que haya elegido.

La pintura cumple otro papel muy importante, que es otorgarle protección a la chapa de los diferentes elementos adversos que se encuentran en el medio que los rodea como el sol, el polvo, el salitre, entre otros. Cuando se va a pintar un coche debe pasar por un proceso previo, el cual consiste en lijar y limpiar toda la superficie para luego imprimarlo. Este último es un proceso en el que se aplica al vehículo una capa, a manera de base, que en conjunto con la pintura (siguiente paso), lo protegerá de la corrosión.

Composición de la pintura

El ingrediente principal es el pigmento, este es un polvo muy fino que es lo que llena de color a la pintura y da resistencia al acabado. Para que este se mezcle bien se necesita de la resina, un líquido transparente que además de darle dureza y adhesión, le da su brillo característico, para que este proceso sea más fácil y pulcro se utilizan solventes. Los solventes son líquidos que emulsionan con mayor rapidez y precisión los pigmentos con la resina.

Hasta ahora la mezcla solo es eso, por tanto le agregan diluyente, que es una combinación de varios solventes que juntos hacen que la pintura sea más viscosa y pueda ser aplicada. Por último, se unen los aditivos que le ofrecen propiedades especiales, están compuestos por una variedad de químicos de diferentes naturalezas, entonces ya se tiene lista la pintura para ser usada.

La pintura puede corroerse cuando está en muy mal estado, quizás por estar en ambientes húmedos, o cualquier otro tipo de agente que tenga a su alrededor que pueda afectar su integridad química. Es posible reemplazar una pieza, el problema, si se trata de la chapa, es que esta es única, por lo que solo es posible reacondicionarla, con añadidos y remaches, masilla, etc., pero una vez que ya no le acepte otro parche se verá en la obligación de cambiarlo.

Los trámites para darle de baja no siempre son complicados y molestos, no si lo hace a través de los desguaces, quienes suelen ofrecer entre sus servicios hacer el papeleo de gestionar la baja ante la DGT (Dirección General de Tráfico). Con esta web http://www.telefonosdedesguaces.es/ solo es necesario rellenar un pequeño formulario y esperar a que le llamen, además podrá buscar el establecimiento que mejor se adapte a sus requerimientos.